"Vidas pintadas para sobrevivir" nos presenta quince narraciones con personajes reales que se desnudan mientras reinventan sus vidas. Cuentos con finales imprevisibles, como la vida misma. La autora pasea a los habitantes de esta tierra moviéndolos con sus voces profundas, su música, sus onomatopeyas cargadas de mensajes y su canto a la existencia que les ha tocado vivir. Apuesta por lo más humano y sonoro de esa realidad. Todo es color, sonido …y silencios. Aquí la necesidad y el jolgorio viajan en guagua y salta la voz cubana a la vera del árbol de los siete rayos. El árbol sagrado que toma prestado el título original de la obra: “Relatos de la tierra de la siguaraya”